miércoles, 10 de diciembre de 2014

SEXUALIDAD EN EL ADULTO MAYOR


 Por: Ms. Rosario Santillán Salazar.

Las personas adultas mayores tienen necesidades sexuales como en cualquier otra época de la vida  y es bueno estimular este aspecto de la personalidad y de la relación de pareja. Esta etapa no es, ni debe ser, asexuada sin embargo existen muchos prejuicios que pretenden castigar al adulto mayor. Los familiares y acompañantes de personas mayores deben conocer que para ellos, como para cualquier persona de otra edad, las relaciones sexuales pueden ser estimulantes y les suelen ayudar a mantenerse interesados y vitales.

Con la edad por lo general, disminuye el apetito biológico sexual, pero no ocurre lo mismo con la atracción sexual, las necesidades afectivas, ni con el sentido de la comunicación genital, todo lo cual surge muy presente y en ocasiones incluso aumentado hasta el final de la vida. Por eso los contactos sexuales se modifican cualitativamente, con la edad el coito deja de ser el objeto y fin de la aproximación y se realzan otros aspectos como lo sensual, lo erótico, lo afectivo u otras actividades genitales (caricias, masturbaciones, etc), buscando más la comunicación humana y el consuelo gozoso que el desahogo instintivo.

Algunos cambios como en el caso del hombre, la erección se produce de manera más lenta y con menor intensidad, las contracciones eyaculatorias son más tenues y por consiguiente la eyaculación más floja y escasa, el orgasmo se retrasa, esto puede mejorar cuanto más se practica la actividad sexual, si se pierde el miedo al fracaso y si el hombre no se obsesiona con la búsqueda del coito como única actividad sexual.

En la mujer también disminuye la velocidad de respuesta orgásmica, así como su intensidad y duración, se produce menos flujo y lubricación vulvo-vaginal, la reacción clitoridea es menos eficaz y la atrofia de la mucosa y el estrechamiento vaginal no siempre conducen a dolores durante el coito; éstas respuestas pueden mejorar si existen estímulos sexuales adecuados, en algunos casos es necesario la consulta médica para seguir un tratamiento hormonal.

En cualquiera de los casos, estos cambios fisiológicos por lo general conducen a una mayor lentitud en la respuesta y a algunas modificaciones en la ejecución de la relación coital, no tiene por qué ser identificados como sinónimo de “pérdida”. Sin embargo se realzan otros componentes del encuentro, tales como la ternura, la delicadeza, la entrega, la precisión y otros más, llegando a resultados altamente satisfactorios y gratificantes.

 Debemos de recordar que la falta de ejercicio sexual durante un tiempo prolongado a partir de los 55 años puede crear una incapacidad sexual que luego resulta difícil de reactivar.


Artículo publicado en el Vespertino “Satélite”, el día miércoles 10 de noviembre del 2014. (Trujillo – Perú)

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