miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL MALTRATO DEL ADULTO MAYOR:

Por: María D. Santillán Salazar

¿Qué es el maltrato a un adulto mayor?

Según la Organización Mundial de la salud (OMS),  se  puede definir como «un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, que se produce en una relación basada en la confianza». Puede adoptar diversas formas, como el maltrato físico, psíquico, emocional o sexual, y el abuso de confianza en cuestiones económicas. También puede ser el resultado de la negligencia, sea esta intencional o no.
En muchas partes del mundo el maltrato de los ancianos pasa casi inadvertido. Hasta hace poco, este grave problema social se ocultaba a la vista del público y se consideraba como un asunto esencialmente privado. Incluso hoy en día, el maltrato de los ancianos sigue siendo un tema tabú, por lo común subestimado y desatendido por sociedades de todo el mundo. Sin embargo, cada día hay más indicios de que el maltrato de los ancianos es un importante problema de salud  pública y de la sociedad.
El problema existe en los países en desarrollo y desarrollados y por lo general no se notifica en grado suficiente en todo el mundo. Tan solo en unos pocos países desarrollados hay tasas de estimaciones, que se sitúan entre un 1% y un 10%. Aunque la magnitud del maltrato de los ancianos se desconoce, su importancia social y moral salta a la vista.
¿Cuáles son los tipos de maltrato a los que se puede enfrentar un Adulto Mayor?

a) Físico: Empujones o zamarreos, cachetadas, puñetes, patadas, golpes con objetos, pellizcos, quemaduras, inmovilización, sujeción mecánica o uso inapropiado de medicación por la fuerza.
b) Psicológico: Insultos, agresiones verbales y amenazas de aislamiento. Humillaciones, infantilización, ridiculización, silencios ofensivos, no respetar sus creencias, ignorar sus necesidades y no responder a sus consultas en forma intencionada.
c) Abuso económico: Engañar a un adulto mayor, valiéndose de su cariño y confianza para que firme documentos que permitan usar sus recursos, como donaciones, testamentos y préstamos.
d) Abandono: Se produce cuando cualquier persona, la familia o institución no asume la responsabilidad que le corresponde en el cuidado de un adulto mayor con algún grado de dependencia, o que habiendo asumido su cuidado lo desampara.
e) Negligencia: Despreocuparse de la higiene, de la alimentación, del vestuario, de la administración de medicamentos y de los cuidados médicos del adulto mayor. No cambiarlos de postura o de pañales cuando lo necesitan.
f) Abuso sexual: Se produce con cualquier acción de connotación sexual con un adulto mayor sin su consentimiento, empleando fuerza, amenazas o engaño, aprovechándose de su deterioro físico o psíquico. Puede manifestarse en forma abierta o encubierta, mediante gestos, palabras, insinuaciones, caricias, tocaciones, exhibición de genitales o violación.
g) Maltrato social: En algunas situaciones de la vida diaria, a los adultos mayores se les falta el respeto, por ejemplo, cuando no se les habla directamente a ellos, sino a su acompañante o cuando no se les explica lo que requieren.
Desde los puntos de vista sanitario y social, si los sectores de atención primaria de salud y servicios sociales no están bien dotados para detectar y resolver el problema, el maltrato de los ancianos seguirá estando semioculto.


Artículo publicado el Miércoles 13 de Noviembre del 2013 en el Vespertino “Satélite”(Trujillo-Perú)

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