Por: Mg. Rosario Santillán
Salazar.
El
dormir es un periodo de tiempo de “reposo”, en relación con nuestro entorno,
tiempo que nuestro organismo lo utiliza para reparar los distintos sistemas y
aparatos con el objetivo de mantener nuestro equilibrio biológico, psicológico
y mental.
El
sueño comprende etapas que va desde lo más superficial hasta el sueño más
profundo, durante las etapas de sueño profundo
se produce la recuperación de la fatiga muscular y durante las etapas de
sueño superficial la restauración de la fatiga mental, concentración y el
equilibrio emocional, con el fin de afrontar mejor el día siguiente, es decir
lo importante no es la cantidad de sueño sino la calidad, vale más 5 horas
“bien dormidas”, que 8 horas mal aprovechadas, con despertares prolongados.
Tenemos
que reconocer que conforme evoluciona el ser humano, la cantidad de sueño se
modifica, así mientras que un bebé duerme en promedio 18 horas, un niño 11
horas, el adolescente 9, un adulto 7 horas, el adulto mayor requiere un
promedio de 5 horas. El insomnio no significa “dormir poco” sino “dormir mal”,
es decir la persona al siguiente día se siente cansada, fatigada, con pesadez y
dolores en las extremidades, su cerebro no se ha repuesto lo suficiente y por
lo tanto estará somnoliento, sentirá la cabeza “embotada”, poca concentración y
con dificultad para recordar las cosas, también estará nervioso, irritable,
decaído y fácilmente emocionable. También intervienen en el sueño unas
sustancias neuroquímicas de nuestro organismo como; la serotonina,
noradrenalina y acetilcolina, sustancias que en el adulto mayor están disminuidas.
QUE HACER PARA DORMIR
MEJOR
- Levantarse
y acostarse todos los días a la misma hora.
- No
beber alcohol, ni comer en abundancia.
- Evitar
tomar café, té antes de ir a la cama
- Evitar
ver en la televisión programas violentos
o tener conversaciones emotivas.
- Antes
de ir a la cama escuchar música suave, realizar ejercicios relajantes, tomar un
baño con agua tibia, rezar o leer algo distraído.
- No
ir a la cama recién cenado o con sensación de hambre.
- Tener
una habitación silenciosa, tranquila, temperatura adecuada y bien ventilada.
Retirar equipos eléctricos: radio, televisión, equipo de música, etc.
- Si
no consigue conciliar el sueño, levántese y haga alguna actividad que le interese
y relaje como, leer, ordenar papeles, etc. Hasta que vuelva a “coger” el sueño.
- Si
una noche no pudo dormir, no se atormente pensando que las noches siguientes
serán igual.
- Si
tiene emociones negativas como; temor, cólera, malestar interior, tiene que
desahogarse antes de ir a dormir.
Publicado en el Vespertino "Satélite"el miércoles 22 de Octubre del 2014.
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