“Los años
pueden arrugar la piel, pero cuando
se renuncia al entusiasmo de vivir, le salen arrugas al alma”
(Samuel Ullman)
Durante
la etapa del adulto mayor se dan una serie de cambios como sucede también en
las etapas anteriores de la vida. No existen soluciones mágicas, vamos a
envejecer lo queramos o no, en nuestras manos está poder hacerlo en mejores
condiciones de salud y bienestar, disfrutando de nuestra vida.
Cuando
nos referimos a los cambios biológicos se hace mención a los cambios físicos es
decir aquellos que son visibles para los demás, pero también debemos considerar
los diferentes órganos y sistemas de nuestro organismo, a pesar de que los
niveles de reserva se reducen y la
capacidad funcional declina podemos afirmar que la mayoría de los adultos
mayores son capaces de tener una vida normal e independiente.
A nivel óseo, hay descalcificación con
predisposición a la osteoporosis, reducción de la masa muscular, disminución de
la fuerza, tono, resistencia y la coordinación en el movimiento y la marcha. A
medida que una persona envejece, el número de fibras musculares disminuye y
estas se vuelven más pequeñas y más débiles
especialmente en manos y piernas, existe deterioro de las superficies cartilaginosas
de las articulaciones, provocando dolor, ruidos chasqueantes al movimiento y reducción del movimiento en cualquiera de
ellos, apareciendo la artritis y osteoartrosis. También la estatura disminuye
por adelgazamiento de los discos intervertebrales, la ligera flexión de la
cabeza, cuello y rodillas afecta la marcha y equilibrio y da lugar a pasos más lentos, acortados y de base más amplia. Hay disminución de peso,
la piel se vuelve seca, delgada y escamosa, por disminución del tejido graso
por lo que se lesiona con facilidad, aparecen las manchas y lunares, se produce
la pérdida de cabello, aparece la calvicie. Las uñas reducen su crecimiento,
aumentan su grosor se tornan quebradizas y frágiles. A nivel de la boca hay
dificultad para distinguir el dulce del salado, disminuye la saliva, la
digestión se vuelve lenta por disminución de los ácidos gástricos. El corazón aumenta su tamaño y peso, los vasos sanguíneos
disminuyen su elasticidad aumentando la presión arterial. A nivel respiratorio,
disminuye la elasticidad y capacidad pulmonar favoreciendo la acumulación de
secreciones y concentración de oxígeno.
A nivel sensorial
hay disminución de la audición, la pupila reduce su tamaño y hay presencia de
cataratas; dificultad para diferenciar los olores. En el sistema
genitourinario; debilitamiento de los músculos de la vejiga lo que produce
incontinencia urinaria. En la mujer
atrofia genital, estrechez de vagina, se
debilita la musculatura pélvica produciendo prolapso uterino.
El sistema nervioso también se ve
afectado de manera importante con el paso del tiempo. El peso cerebral
disminuye con la edad y el flujo sanguíneo cerebral se reduce, disminuyendo la
velocidad de respuesta, además de sufrir alteraciones en el ciclo del sueño.
“Mas Salud, Mejor Vida”
María
Santillán Salazar
Publicado
en el Vespertino “Satélite” (Trujillo-Perú) el 10-Abril-2013
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