“No mires al pasado con
aflicción. Ya no vuelve. Sabiamente,
mejora el presente. Es tuyo. Ve
al encuentro
del futuro, sin miedo, y con un corazón fuerte.”
El término envejecimiento activo fue dado por la
Organización Mundial de la Salud a finales del Siglo XX, con la finalidad de
promover y reconocer aquellos factores que influyen positivamente en el
envejecer de las personas no solo en el aspecto físico sino también en el
mental, sicológico, social y espiritual.
Es decir un envejecimiento activo es aprovechar
todas las oportunidades políticas, personales, económicas, sociales y del
entorno para disfrutar de una mejor calidad de vida y ser feliz dentro de las
posibilidades que les toca vivir. Es trazarse metas a corto plazo pensando en
nuestras prioridades, con el fin de aprovechar el máximo tiempo posible. Lograr
todo esto significa hacer cambios en el estilo de vida para aumentar las
reservas y hacer frente a los cambios que se presentan en esta etapa.
Investigaciones realizadas han comprobado que mantenerse activo física y
mentalmente retrasa el envejecimiento y nos protegen del Alzheimer.
Son muchas las ventajas que tienen los adultos
mayores en relación a los jóvenes; su experiencia adquirida ayuda a resolver
situaciones difíciles, tienen más capacidad para detectar intenciones o motivos
de las otras personas, utiliza sus recuerdos para sacar conclusiones, su
pensamiento es más estratégico y orientado a largo plazo, tienen más paciencia
y tolerancia hacia los demás, mayor capacidad para resolver discusiones, tienen
todo un almacén de información personal, cultural e histórica, además cuentan
con disponibilidad de tiempo al que
deberían sacarle el máximo provecho en beneficio propio.
Un envejecimiento activo es importante porque; se
producen menos muertes, menos discapacidad, más personas con mejor calidad de
vida a medida que envejecen, más participación social, política y familiar,
menos gastos por tratamiento y atención de salud. Envejecer activamente también
es; adaptarse a los cambios y pérdidas propias del
envejecimiento, continuar aprendiendo permanentemente, asumir su autocuidado en la salud y enfermedad con
responsabilidad, compartir sabiduría y experiencia, trabajar productivamente, disfrutar del tiempo libre, hacer ejercicio regularmente, consumir una dieta sana y natural, aceptar su vida con triunfos y fracasos, esperar con paciencia los eventos de la vida, ser afectuoso, positivo y tener buen humor, mantener una buena autoestima, contar con el apoyo de su familia, amigos y/o
comunidad, tener compañía y afecto, tener un proyecto de vida, aceptar la muerte como un proceso de vida.
Las personas mayores que estén enfermas o tengan
limitaciones físicas como consecuencia de discapacidades pueden seguir
colaborando activamente con sus familias, sus semejantes, en el ámbito
comunitario y nacional teniendo en cuenta sus limitaciones. Por eso está en sus
manos poner todo de su parte para poder vivir el mayor tiempo posible en las
mejores condiciones.
Es función de nuestras autoridades proporcionar
oportunidades de participación, mejoras en los servicios de salud y seguridad
para los adultos mayores con el fin de lograr un envejecimiento activo y
cumplir con los lineamientos y objetivos estratégicos del Plan Nacional de las
Personas adultas mayores 2013-2017, correspondientes a; envejecimiento
saludable; a través del incremento en la cobertura y calidad de los servicios socio
sanitarios; empleo, previsión y seguridad social, que el adulto mayor se inserte
en el mercado laboral garantizando un mínimo de ingresos; participación e
integración social, como agentes del desarrollo comunitario; educación
conciencia y cultura sobre el envejecimiento y la vejez, promoviendo una imagen
positiva del envejecimiento reconociendo sus valores y experiencia.
“Mas Salud, Mejor Vida”
María Santillán Salazar
Publicado en el Vespertino “ Satélite”
(Trujillo-Perú) el 3/abril/2013
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