lunes, 7 de octubre de 2013

EL CARGADOR DE PIEDRAS.



Autor: Equipo Pymex (7/10/13)


Para desempeñarnos bien en nuestros trabajos necesitamos 2 cosas básicas: salud física y salud espiritual-mental. Sin ambas cosas no podremos realizar nada bien. Por ello siempre recomendamos a nuestros amigos emprendedores a llevar una buena alimentación y hacer un poco de ejercicio cada día para la salud. Y ahora, como cada lunes, nos toca darles una reflexión para mejorar la salud del espíritu y la mente. Aquí les traigo una historia llamada “El cargador de piedras”. Espero que les guste y obtengan una linda enseñanza de vida.
Un día el maestro Hu-Ssong contó esta historia a sus discípulos: “Un hombre iba por un camino cuando de pronto tropezó con una piedra. Él la recogió y guardó en su bolso. Unos metros más adelante tropezó con otra y también la llevó consigo. Todas las piedras con las que iba tropezando, las terminaba cargando hasta que el peso de ellas lo venció. ¿Qué piensan de este hombre?” Uno de los discípulos respondió: “Es un necio. ¿Para qué cargaba cada piedra con la que tropezaba?” El maestro respondió: “Igual hace el hombre que recibe ofensas de otros, que pasa por situaciones difíciles y no logra sobreponerse, guardando la amargura dentro de sí. Todas esas experiencias las debe dejar atrás, y no cargar con aquellas piedras pesadas del rencor, contra los demás o contra él mismo. Sin esa carga inútil el camino será más ligero y caminará seguro”.
La reflexión
¿Cuántas veces acumulamos pesos en nuestras espaldas? ¿Los soltamos en algún momento o seguimos arrastrándolos a lo largo de nuestras vidas? Errores cometidos en el pasado, discusiones y malestares momentáneos con la familia, los amigos, los compañeros de trabajo, maltratos recibidos; todas esas situaciones son como aquellas piedras que vamos guardando-cargando de manera consciente o inconsciente en nuestro espíritu y no nos dejan en paz. Los seres humanos tenemos una tendencia a guardar estas situaciones y emociones en nuestro interior y de vez en cuando vuelven a salir a flote causándonos malestar. Debemos ser más inteligentes para dejarlas pasar. ¿Errores cometidos ayer? Tómalos como aprendizajes para el HOY. ¿Disputas ayer? Llama a esa persona y resuelve o simplemente deja ir ese sentimiento negativo. ¿Maltratos ayer? Recuérdalos por última vez y déjalos ir. Esos maltratos son lecciones que han hecho que seas hoy más fuerte.

Haz una lista de todas tus “piedras” (tormentos) y ve resolviendo cada una. En tí están todas las posibilidades, no dejes que el pasado te atormente, deja ir todo el rencor y abre tu espíritu a todo lo positivo. ¡Tú puedes!

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